Asociaciones de víctimas, políticos y ciudadanos recordaron el pasado sábado a los 192 fallecidos por el atentado de Madrid el pasado 11 de marzo de 2004.
Los actos de homenaje del decimotercer aniversario arrancaron a las 9 de la mañana en la Puerta del Sol junto a la placa que homenajea a los fallecidos, los heridos y a quienes les socorrieron aquel día. Un acto institucional que fue organizado por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, y al que asistieron la alcaldesa de la capital, Manuela Carmena, la delegada del Gobierno, Concepción Dancausa, y la presidenta de la Fundación de Víctimas del Terrorismo, Mari Mar Blanco, entre otras autoridades. Y en la que, también, estuvieron presentes diferentes sindicatos, entre ellos la Unión de Actores.
“Ya ha habido demasiados atentados, demasiados muertos para poder recordarlos a todos, nuestra memoria no da para tanto, tiene una capacidad limitada”, dijo Iñaki Guevara, Secretario General de la Unión de Actores y Actrices. Desde el año 2000 al 2014, varios han sido los actos de terrorismo que han tenido lugar: en España murieron 191 hombres y mujeres en aquel atentado; en Francia sólo 7, pero en los dos años siguientes fueron 240, en 8 atentados; en Iraq en ese mismo periodo han muerto 16.205 personas en 2.381 atentados y en Afganistán 14.359 en 4.280.
“Estoy seguro”, continuó, “que cada uno de los familiares y allegados de las víctimas no necesitan de ningún discurso para conmemorar su dolor por la muerte del ser querido, su dolor personal, íntimo y desgarrador dolor. Sin embargo, nos juntamos aquí para recordarlo en un acto colectivo para condolernos, para tener presente no solo la tragedia personal, sino también el drama del terror, la barbarie de la sinrazón”.
Por la tarde, además, las estaciones de tren de El Pozo y Santa Eugenia fueron escenario de diferentes actos organizados por la Asociación 11M Afectados del Terrorismo en colaboración con entidades vecinales. “Esto que hacemos año tras año es mucho más que poner nombre a una calle, que levantar un monumento, mucho más que un homenaje a nuestras víctimas, porque recordando y compartiendo nuestro propio dolor, recordamos el dolor de las miles y miles de víctimas de la crueldad, de la destrucción ciega en Francia, en Turquia, en Siria o en Iraq”, concluyó Guevara.