La mayor desigualdad es la que desde hace miles de años existe entre las mujeres y los hombres. A través de la historia podemos comprobar cómo el sexo masculino ostenta el poder real sobre el sexo femenino. El poder patriarcal es el sistema que permanece a lo largo de la historia de todos los sistemas políticos. Solo el feminismo constituye la teoría crítica al patriarcado y la cultura machista. La praxis del feminismo ha ido conquistando derechos en todas las sociedades.

Pero aún a día de hoy las mujeres en todo el planeta seguimos cobrando menos que los hombres, solo por el hecho de ser mujeres, aún en las democracias más avanzadas las mujeres siguen sin tener las mismas oportunidades que los hombres, tanto en el poder político, económico, científico, artístico, social, sindical etc.

Esta desigualdad en la que viven las mujeres es el alimento de la violencia hacia las mujeres y a su vez es el garante de la cultura machista y su perpetuidad. El machismo ha asesinado a muchas más mujeres y niñas que cualquier otra causa; terrorismo, guerras, enfermedades.

Debemos ser conscientes de que todos los indicadores internacionales indican un gran retroceso en la igualdad y no olvidar que en los confinamientos las mujeres conviven encerradas con sus malbaratadores. Erradicar la violencia contra las mujeres es acabar con las desigualdad entre mujeres y hombres.

Berta Ojea
Secretaría de Igualdad